Se acabó quemar los restos de poda
Con la adquisición de esta trituradora de restos vegetales, damos por terminada la poco deseable práctica de quemar al aire los restos de poda de nuestros olivos. Siempre se ha hecho por motivos sanitarios, para evitar que sirva de alberge a la puesta de los huevos del barrenillo del olivo, un pequeño escarabajo xilófago que utiliza las ramas de entre 5 y 10 cm de diámetro para alojar sus puestas, que en la siguiente generación asolarán los olivos cercanos.
Con la trituradora, no solo evitamos la emisión de CO2 a la atmósfera, con el consiguiente perjuicio, sino que incorporamos los restos de poda al suelo en forma de materia orgánica, que rápidamente se degrada dado su pequeño diámetro.
Se trata pues de un nuevo paso hacia la mejora de la fertilidad de los suelos y la disminución de la contaminación atmosférica, en este caso en el área del olivar donde ya llevamos años utilizando el ganado para el control de la cubierta herbácea con magníficos resultados.